Third - Portishead

A: No es fácil reseñar un disco de Portishead, ¿cómo describirlo? De cierta manera escapa de mis posibilidades lingüísticas y aunque no lo hiciera, hay veces que es mejor guardar un poco de silencio para sólo escuchar. De cualquier manera es un excelente disco para pasar un buen rato, dormir, leer, pasear en el coche, ir caminando por la calle con un ipod, etc. Es un disco tan bueno que supongo lo pueden poner en las reuniones familiares o de los amigos de sus padres y nos disgustaría a nadie.

T: Third está valuado como uno de los mejores discos del 2008. Después de varios años de ausencia, el trip hop decidió recordarle al mundo que no, aún no muere, aunque parezca que comete suicidio a cada canción. ¿Qué ofrece Beth Gibbons and co. en este album? Más Portishead, por supuesto, menos crudo y más desolador. La madurez lírica es notable, el tiempo no pasa en vano, el sentimiento evoluciona su visceralidad y se transforma en añoranza. Third traspasa una ventana, abre puertas y encuentra llaves, penetra en la intimidad caduca, pone al descubierto secretos que llegaron a causar verguenza y mucho dolor; pero sólo fueron lapsos de tiempo. The rip es un ensayo de nostalgia, la cristalización sonora de la naturaleza humana. Cada canción es una cárcel invisible, la cual, a fin de cuentas, ya no importa como antes...

Esta tercera entrega oscila entre violencia auditiva y la tranquila resignación que sólo puede ser cantada a través de la experiencia. Entre los tracks más destacables están Silence, una potente apertura, característica del trip hop noventero, la desnuda Nylon Smile, que sin pudor alguno revela la humillación, The rip y el desmoronamiento de la ilusión, Deep water, donde una voz casi infantil nos conmueve y nos muestra esa parálisis voluntaria a continuar, Machine gun, con secuencias industriales que agreden el espacio, contrapuestas con la cadencia de Beth Gibbons. Threads deja caer el telón, olor a lluvia y a melancolía. Tomó muchos años que volvieran a darnos un disco, pero, como todas las cosas, el dolor también debe de madurar. ¿Uno de los mejores discos del 2008? y de muchos años venideros, por supuesto.