Travesuras de un peruano

Travesuras de una niña mala es el último libro que de Mario Vargas Llosa tenemos y el primero que de este sujeto he leído. Muchas han sido las opiniones del que en algún momento lanzó un puñetazo a Gabriel Garcia Márquez. Yo como mal estudiante de letras, en lugar de ocuparme de su obra, me encabroné por el anterior suceso, aunque tiene como cincuenta años que ocurrió, y decidí que sencillamente no tenía ganas de leerlo. Pero a mi casa llegó "Travesuras de una niña mala" y me dije a mi mismo "Por algo la gente dice que primero le dan el nobel a Vargas Llosa que a Charlie Fontana (osea Carlos Fuentes), así que démosle una oportunidad"

Mala idea

Cómo estudiante pretencioso de letras, me ocupé de su obra y me pareció pésima. La estructura de esta novela en particular es aburridísma. Basta con leer los primeros dos capítulos para saber de que trata y también para conocer el final. Se pierde el elemento sorpresa al ver un esquema repetido en tres ocasiones. De esto trata:

Un romántico empedernido se enamora de una persona con muchas identidades, ella lo ilusiona, el responde a este estímulo, ella lo deja y lo humilla, el se siente destrozado y jura no volver a caer hasta que la mujer vuelve a aparecer y entonces, el romántico empedernido se enamora....

También hay un elemento que se repite, que es que el personaje principal tiene un amigo por cada ocasión en que se repite el esquema. Éste hace las veces de un confidente y le apoya en lo que puede. Es digamos, una pequeña válvula de escape.

Pero si hay algo más molesto que leer una historia siete veces en una misma novela, es la mamonería del autor. Algo que nos queda clarísimo a todos los que leímos esta novela es que Vargas Llosa conoe perfectamente París, Londres y Tokio. Ahí si para que vean, si quieren una guía turística con una historia simpática, aunque patética, de amor, léanse este libro.

Ya ni siquiera quiero hablar de la paupérrima forma pequeño burguesa que tiene el personaje principal de ver la vida.

Sinceramente Vargas Llosa y yo hasta el momento no nos llevamos bien (desde luego que esto lo atormenta profundamente y me ha llamado telefónicamente para disculparse). Claro que tengo que leer más de sus libros, los famosos por lo menos, los que hacen que a pesar de su última novela, lo siguen proponiendo para un premio nobel (o Premio Nobel, es más no me peguen PREMIO NOBEL).