Este librín me parece divertidísimo. Seguirá siendo polémico por todos lados. Por ejemplo, si lo leía en el metro, no podía librarme de las miradas de gente mayor que reconocía el título e inmediatamente reprobaba que un joven fuera leyendo
pornografía en el transporte público, con todos esos niños que hay siempre y tan descarado como para mostrarme frente una comunidad repleta de damas que de menos merecen mi respeto.
No falto tampoco el curioso que de reojo leía junto conmigo, era inevitable. Veía la portada y no podía dejar pasar la oportunidad de leer un texto cuya ilustración de presentación son un par de piernas envueltas en medias de red (esa carátula está en una version en español que no pude encontrar en la red, pero es la que poseo). La reacciones eran variadas, pero ninguno se quejó realmente. Sin embargo esto era lo de menos, de los que temo es de los
open minded.Llegar a la facultad con este libro en las manos era realmente un reto. Todos tan PAZeados, tan CORTAZARados, tan pero tan eruditos. Efectivamente me veían como subidos en un pedestal, hacía abajo y con un poco de desprecio. Luego hacían gala de su estudiado leximorfosintáctico español (seguro así no se escribe... ¿Y qué?) y me decían. "Adam ya deja de leer esas mamadas, los
Best Sellers
(aqui podemos sustituir Best Sellers por: libelos, pendejadas, literatura popular,etc) son para otro público" ¡A chinga! ¿De cuando aca ocho meses en la facultad nos separa del mundo de los mortales? pero supongamos que hay puros sabios autodidactas que llegaron a la universidad a repasar. Tanto conocimeinto y sapiensia y anécdotas robadas a través de palabras...¿para eso?¿Para hacer esos comentarios que quieren demostrar su superioridad? Ni ellos se convierten
en poiesis Aristotélica por leer la poética, ni yo me transformo en una puta por leer las aventuras de una madame (o por lo menos espero jamás transformarme en tal cosa).
Independientemente de los ataques de los que fui objeto (ahora soy un martir), debo decir algunas cosas del texto. ¿Gran libro? No. ¿Mal libro? Para nada. ¿Libro simpático para pasar el rato, con su ligera dosis de datos curiosos e interesantes que sólo un madame que sabe diez idiomas, que resulta viajada y culta, puede expresar de manera tan descarnada y aun así elegante? Definitivamente si.
No es mi libro favorito, pero me cago de risa cada vez que en la facultad hago referencia al
estilo griego y algún
iletrado de Best Sellers me pregunta ¿qué es eso?